martes, 10 de agosto de 2010

Ruta 66: más nostalgia que aventura

Estamos ya en plena Ruta 66, the Mother Road. Su recorrido se fue trazando de manera espontánea a principios de siglo, uniendo carreteras comarcales y caminos previos, con otras más importantes. Su misión, unir de costa a costa el país, de Chicago a Los Angeles. Tal recorrido, cruzando 8 estados y desiertos infinitos en los que pequeños moteles y restaurantes de carretera se distribuían cada muchas millas, con el fin de abastecer a dos tipos de personas: los que iban para Chicago, y los que lo hacían hacia Los Angeles. Durante los años 30-60, la ruta se consolidó, se hizo famosa y se convirtió en un símbolo de aventura y de independencia, especialmente a través de las películas.
Pero la vida moderna y el dinero pueden con todos los símbolos, y la ruta entre Chicago y Los Angeles no podía seguir siendo un conjunto de caminos medio asfaltados, y en mal estado. La gran parte del recorrido ha sido sustituido por grandes autovías, entre las que destaca la I-55. Para los nostálgicos, los turistas, y los españoles, han mantenido pedazos del trayecto original, señalizados por carteles, y que son bastante difíciles de seguir.
Para salir de Chicago por la susodicha ruta, y no llegar hasta Springfield, capital de Illinois, por la autovía, dimos unos cuantos rodeos buscando el camino. Pero por fin nos pusimos en ruta. Viejos restaurantes de carretera señalizados por muñecos gigantes de cartonpiedra, como un astronauta o un cow-boy con un perrito, nos indicaban dónde parar. Caminos de tierra entre maizales recorren pequeños pueblos americanos, al estilo de los Simpson, con jardines perfectamente cuidados, porches de madera con balancines, buzones alineados, y garajes con 2 y 3 coches. Sólo nos falta una cosa: saber de qué vive esta gente, porque hemos visto pocas fábricas u oficinas. Parte de los tramos circulan paralelos a la autovía I-55; es curioso ver cómo otros coches siguen el mismo recorrido que tú, más rápido, por un asfalto mejor, con el mismo destino...¡pero nuestro camino es el auténtico! (No haremos más reflexiones sobre el tema, o acabaremos pillando la autovía...).
Lo mejor del camino es la gente que uno se encuentra y con la que habla. En general, auténticos fanáticos de la ruta, que viven de espaldas a la autovía, y que le han dedicado su vida. Justo, lo que estáis pensando, un poco colgaos, pero entrañables. Paramos en Pontiac en un museo gratuito de la ruta, en el que un tío que la había recorrido cientos de veces, y tenía su record personal en 8 días (un total de 4.500 millas, que son como unos 8.000 Km por carreteras comarcales), exponía fotos y vendía su libro. Más adelante, en un sitio sin nombre en el mapa, otro individuo tenía una tienda de "antigüedades" en las que vendía todo tipo de objetos curiosos, relacionados o no con la ruta. Finalmente nos llevamos un llavero-costurero para las llaves del coche, que podía pertenecer a una abuela de los años 50.
En Springfield buscamos sitio para dormir, y sólo podemos decir una cosa...¡gracias, América! Encontramos un motel de carretera cochambroso, con una pinta horrenda, y regentado por dos tipos de película del oeste...eso sí baratísimo. Lástima que un coche que venía justo delante de nosotros, nos quitó la última habitación. Un poco más adelante encontramos un hotel con buena pinta, que probablemente escapase a nuestro presupuesto, pero no se pierde nada por preguntar. Y aquí estamos. No os voy a decir cuánto hemos pagado, por no dar más envidia, pero hemos decidido tomarnos una merecida jornada de descanso, en este lugar con piscina, gimnasio, aire acondicionado, moqueta en la habitación, wi-fi y desayuno continental. A las 12:00 am es el check out, así que a las 11:59 saldremos para Springfield, donde podremos ver, según un folleto, la vida de Abrahan Lincoln en vivo. Objetivo esta noche: Sant Louis, la ciudad de los bolos, y Miles Davis.
Nos alegra mucho a todos leer vuestros comentarios, y que os guste el blog. Es un estímulo para mantenerlo actualizado, más cuando hay tantas cosas que hacer, y tan difícil encontrar wi-fi gratuito. Nos acordamos mucho de todos, ¡pero esto nos mantiene en contacto!

5 comentarios:

  1. Definitivamente me encanta!!!!!! Fernando eres un fenomeno!!! tus palabras me trasladan alli!!!
    Fran te leemos todos los dias, y Mama tambien.

    Besossss

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  2. buahhhhhhhhhhh!!!!! así me gusta!!! tener montón de envidia!!!! cuando os leo, mi cabeza est´all´y gracias a la descripción lo veo con mucha claridad!!!!
    un besote a todos y a descansar que os lo merecéis!!!!!

    bornnnnnnnnn in the u.s.a....!!!!!

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  3. Yo también os leo todos los días y me mucha envidia, la verdad, y además así sé por dónde estaís. Ánimo a todos.

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  4. ¡Cúanta aventura!...fantástico chicos. y con esa narración...de que manera lo estamos viviendo.

    Está muy bien que hoy sea un dia de descanso , para sentir el espíritu de las praderas,..Toro Sentado....Jerónimo....y tantos otros que nacieron, vivieron y amaron allí y por eso fueron aniquilados.

    Besos.

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  5. Fran desde San Salvador, la verdad que se mandan con esa descripción tan excelente de esa aventura y sobre todo los personajes, uno se transporta al lugar y se imagina todo.. bellamente descrito.. saludos y que todo les vaya de maravilla.
    Saludos de San Salvador El Salvador, Celia Navas

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